domingo, 4 de julio de 2010

De perdidos al río

Dejemos al corazón
eclipsar a la razón,
y dejemos que al hacerlo
sintamos sin poder verlo
cantar su dulce canción.

Con la última mirada
de esta noche encantada
deja que pueda mostrarte
las maneras que hay de amarte,
que hay de que seas amada.

Y un solo mirar bastó
para encantar a quien vio.
A quien nadie sabe nombre,
nadie sabe de ese hombre
a quien tanto él amó.

[...Arded, recuerdos; idos al infierno...]

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